La creación
de nuevas operantes, o el incremento de la frecuencia de las operantes ya
existentes, se lleva a cabo mediante estímulos reforzantes que van después de
la conducta, y no por estímulos evocadores que la preceden.
Los
reforzadores eran aquellos estímulos que seguían a la conducta y daban como
resultado un incremento en su frecuencia.
El
Incremento de la Frecuencia de la Conducta Operante
Para
incrementar la tasa de ocurrencia de una respuesta que ya existe en el
repertorio de un organismo, solo es necesario que las ocurrencias de esa
conducta vayan seguidas de estímulos reforzantes. Por ejemplo, si un animador
hace algún ademán o gesto particular, y el auditorio que tiene en frente
responde de manera positiva (riéndose o afirmando con la cabeza lo que se
dijo), se incrementará la tasa con que ocurre ese ademán o gesto. Sin embargo,
antes de que una operante pueda ser incrementada, será necesario esperar a que
haya una ocurrencia de la respuesta, ya que no hay estímulo evocador que la
produzca.
El
Moldeamiento de la Conducta Operante
Dado que
debemos esperar a que ocurra una respuesta para que la podamos reforzar,
parecerá imposible crear nuevas conductas operantes.
No obstante,
la conducta operante nueva o que no existe en el repertorio de un organismo,
puede ser creada mediante un proceso llamado moldeamiento, el cual emplea una
combinación de reforzamiento y de no-reforzamiento, para cambiar las respuestas
simples ya existentes en respuestas nuevas más complejas. Para poder entender
cómo se lleva a cabo el moldeamiento y cómo es que éste funciona, debemos
considerar antes algunos efectos del reforzamiento y de la ausencia de
reforzamiento sobre la conducta.
El
Reforzamiento Positivo y la Actividad
El
reforzamiento positivo de una respuesta no solo trae como consecuencia un
incremento significativo en la frecuencia de esa respuesta, sino que también
resulta en un incremento en la frecuencia de muchas otras porciones de conducta
del organismo.
La
frecuencia de algunas conductas que no son reforzadas directamente, se incrementan
sustancialmente, mientras que el incremento en la frecuencia de otras conductas
es tan pequeño, que casi se pudiera decir que no existe.
Por lo
tanto, el efecto del reforzamiento positivo es elevar el nivel general de
actividad del organismo. Si reforzamos una respuesta en un niño, éste no solo
repetirá esa respuesta, sino que también emitirá una serie de otras respuestasdiferentes.
El reforzamiento positivo da como resultado un organismo activo. Esta
propiedad del reforzamiento positivo juega una parte importante en el moldeamiento.
Al mismo tiempo hace que resulte muy difícil reforzar la inactividad.
El
Reforzamiento Positivo y la Topografía
El
reforzamiento afecta no solo la frecuencia de las respuestas, sino también
afecta su topografía. La topografía se refiere a la naturaleza de las
respuestas que en un conjunto componen a una operante. De ese modo, el
reforzamiento modifica la forma exacta, la fuerza y la duración de varias
respuestas sucesivas, aún cuando cada respuesta reforzada cuente como una
ocurrencia equivalente de la operante, cualquiera que sea su forma particular,
su fuerza o su duración. Por ejemplo, en la operante de presionar una palanca,
la respuesta que oprime la palanca involucra a la pata izquierda o a la derecha
del animal, también a un apretón fuerte o débil, corto o prolongado. Cada vez
que se refuerza una variación en la topografía, ya sea por casualidad o por la
estructura del organismo o del aparato que se usa, ésta última topografía será
la predominante. En virtud de esto, si un organismo emite varias respuestas de
palanca cortas y enérgicas en forma sucesiva, y cada una es reforzada, la clase
de respuestas que integren a esa operante contendrá una copiosa cantidad de
ocurrencias cortas y enérgicas. Por lo tanto, el reforzamiento no solo
incrementa la frecuencia de la operante de presionar la palanca, sino que
también cambia la topografía de las respuestas.
muy bueno ese comentario
ResponderEliminarexcelente comentarios muchas gracias...
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