La extinción
es un procedimiento en el cual una operante que ha sido reforzada en el pasado,
deja de ser reforzada en un momento determinado.
El efecto
básico de la extinción es una reducción gradual en su frecuencia. No obstante,
la conducta no desaparece ni se desvanece simplemente. De hecho cuando por
primera vez se deja de reforzar a una respuesta, podrá ocurrir que su
frecuencia se incremente temporalmente antes de comenzar a declinar.
Igualmente, la extinción produce cambios en la topografía de las respuestas: al
comenzar la extinción, la forma de la conducta se hace más variable,
incrementando su fuerza.
El curso de
la extinción se puede resumir en términos de tres de sus
parámetros:
1) La tasa a
la que baja la frecuencia de la respuesta
2) El número
total de respuestas emitidas antes de que cese la acción de responder o que
llegue a un nivel final bajo
3) Su nivel
final, por debajo del cual la frecuencia no descenderá durante un período de
tiempo relativamente largo. Estos parámetros de extinción están influenciados
considerablemente por un gran número de variables algunas de las cuales actúan
antes de que comience la extinción; otras actúan cuando la extinción ya ha comenzado.
En conjunto, estos parámetros son responsables de lo que se denomina resistencia
a la extinción (una estimación general de la persistencia en la tendencia a
emitir la respuesta después de que ésta ha dejado de ser reforzada)
El
Procedimiento de Moldeamiento
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXsHMwg-lKNanEPMZc24Tcgz6xx3s77LIOWNll0MAlzeiHR1b5Yej1F5ClaDaj20eBsLSlkIdRsyNWhBcDrTTb12Tj-LlDhGg8qCniHp9sK3eEnbbX7of-qZXIrlgr2AfbQUfVHv2o0fts/s1600/moldear.jpeg)
Se le
denomina moldeamiento, ya que realmente se moldea una respuesta determinada de
la conducta del organismo de una manera parecida al escultor que moldea una
figura en el yeso en el que trabaja. Por lo tanto, podemos comenzar reforzando
cualquier movimiento que hace el organismo. Más adelante se podrá reforzar la respuesta
de caminar, luego solo reforzaremos la conducta de caminar en determinada
dirección, etc. Al restringir continuamente nuestra definición de la respuesta
que se desea reforzar, también en forma creciente definimos y moldeamos la
conducta del organismo.
Algunas
Variables que afectan a la Extinción
La variable
más importante que afecta el curso de la extinción es el programa de
reforzamiento con el cual se mantuvo previamente a la operante.
Un programa
de reforzamiento es la regla que nos dice cuales ocurrencias de una determinada
respuesta serán reforzadas.
La magnitud
del reforzador y el número de reforzamientos recibidos antes de la extinción,
son dos factores que también afectan el curso de la extinción.
En general,
mientras mayor haya sido la magnitud del reforzador, o mayor haya
sido el
número de respuestas reforzadas, mayor será la resistencia a la extinción en
términos tanto del número de respuestas como del tiempo que se necesita para
reducir la respuesta a una baja tasa de ocurrencia.
Los efectos
de estas variables son además regulados en gran parte por los programas de
reforzamiento.
Otra
variable que afecta a la extinción es el número de extinciones previas que haya
tenido el organismo. Mientras mayor sea el número de extinciones previas, más
rápidamente ocurrirá una nueva extinción. Los organismos cuyas respuestas hayan
sido reforzadas y posteriormente extinguidas un gran número de veces,
generalmente mostrarán una rápida extinción una vez que cesa el reforzamiento.
La magnitud
de la motivación del organismo durante la extinción, también podrá afectar el
curso de la extinción. Por lo general la extinción será más lenta cuando se
lleve a cabo con un nivel de privación más intenso que el nivel de privación
mantenido durante el reforzamiento. Los efectos de la motivación y del número
de extinciones previas son factores menores comparados con el efecto que
produce el programa de reforzamiento.
Recuperación
Espontánea
Una vez que
da principio la reducción en la tasa de la respuesta, la extinción se efectúa
en forma continua en cualquier sesión, la tasa de respuestas es mayor que la
tasa predominante al final de la sesión anterior. Además, mientras mayor sea el
tiempo entre sesiones sucesivas de extinción, mayor será la diferencia entre las
tasas al final de una sesión y al comienzo de la siguiente. A este fenómeno se
le denomina recuperación espontánea, porque la tasa de respuestas parece
regresar espontáneamente a un nivel más elevado durante el tiempo que
transcurre entre sesiones experimentales sucesivas.
La
recuperación espontánea representa la acción de responder en presencia de un
conjunto de estímulos (los que están asociados con el comienzo de la sesión) en
cuya presencia las respuestas fueron reforzadas anteriormente.
Para poder lograr
una completa extinción es necesario extinguir las respuestas ante cada uno de
los estímulos discriminativos que tuvieron control sobre las
respuestas
durante el período de reforzamiento previo.